miércoles, 12 de febrero de 2020

LA GUARNICIÓN DE ROMA

Un ejército imperial

Durante gran parte del siglo I a.C. tuvieron lugar varias guerras civiles que provocaron el colapso político de la República, al igual que su estabilidad social y económica. Octavio Augusto, consciente de la vulnerabilidad de la capital romana y de un enemigo poderoso como el Senado, que pudiera afectar a su modelo político reformista, planteo la necesidad estratégica de dotar a la capital romana y a su figura como líder, un ejército permanente que pudiera evitar futuras guerras civiles.

En Roma se encontraban, los llamados diez mil hombres, que se conocería a partir del 27 a.C. como la guarnición romana. Inicialmente, como se piensa a veces, no se establecieron en dicha ciudad, ni tuvieron una proximidad relevante que pudiera afectar a nivel político a la capital. Augusto creó una serie de cuerpos y unidades que se caracterizarían a largo plazo, de ser las tropas de élite de Roma, y la vanguardia del Imperio frente a posibles enemigos dentro del mismo. Augusto decidió así apostar por la militarización de la vida pública romana. La guarnición se dividió en una serie de lugares estratégicos del Lacio, y agrupándose en cuarteles generales próximos a la zona de Viminal, el Celio y Esquilino.


Los pretorianos



"Relieve que representan a los pretorianos, la guardia de élite del Princeps, y la más influyentes unidades de la guarnición romana. Con la caída de la Dinastía Julio-Claudia, los pretorianos se apoderaron de la política sucesoria de los emperadores.

En primer lugar, pasaremos a valorar lo que se conoce como la más famosa y repercutida fuerza de la guarnición romana. Los pretorianos tuvieron un origen en la expansión militar romana de la República. Formaban parte de la guardia personal de un magistrado romano, el pretor, para que pudiera desempeñar sus funciones judiciales y militares en los territorios anexionados.

Los pretorianos se disolvieron al mismo tiempo que la figura de los pretores perdió sus facultades militares, hasta que Augusto quiso resucitarlos, en una nueva forma y funcionalidad acorde con el sistema imperial romano, convirtiéndola en una guardia imperial, cuya misión era asegurar la vida política del emperador romano.

En las filas de los pretorianos romanos, encontramos a los mejores soldados o veteranos de las legiones romanas. Los pretorianos no eran una guardia personal del emperador como tiende la gente a confundir, ya que de acuerdo a lo que dice M. Durry, su función principal junto a otras, era la de procurar la estabilidad política y garantizar la pax romana dentro del Imperio Romano.

"Octavio Augusto fue el primer emperador romano. Principal creador del sistema imperial, al igual que la persona que reorganizó las legiones romanas republicanas al modelo imperial del 27 a.C."

Los pretorianos estaban mandados por un prefecto o prefecto del pretorio como se denominaban. Personajes del orden ecuestre, afines a Augusto cuyo puesto dependía de su lealtad al mismo. Cada prefectura pretoriana, estaba al cargo de un tribuno, que a su vez, dividía seis centurias comandadas por seis centuriones. Los centuriones estaban en igualdad de mando entre ellos, con excepción de uno, el trecenarius, el primero entre todos, quien comandaba a los trescientos speculatores, la otra guardia del prínceps. Otro oficial de rango entre los centuriones era el prínceps castrorum, responsable del campamento.


"Tras la muerte de Nerón, Galba fue proclamado emperador con el apoyo de sus legionarios y de los pretorianos. Galba se caracterizó de ser un idealista republicano, contrario a todo lo que tuviera que ver con Augusto y los césares, tanto que no quería que le llamasen emperador. Cuando los pretorianos le exigieron una compensación salarial por apoyarle, Galba se negó, lo que acabó por ser asesinado por estos cuando Otón prometió recompensarles.

Los pretorianos contaban con un gran número de jinetes romanos, lo que explica que los legionarios se referían a ellos como equitatae, ya que las cohortes pretorianas se formaban 1/5 de unidades de caballería junto con una mayoría de tropas de infantería. Los pretorianos se crean en torno a los años 27-26 a.C. mediante la designación numeral del IX, que les concedió Augusto, lo que indica que fueron nueve cohortes pretorianas en total. Los pretorianos escogieron como representación el emblema del escorpión.

Augusto les dejó organizar su cadena de mando entre ellos, con la prohibitiva de concentrar el poder en un único puesto que pudiera ser una amenaza para su persona y producir un golpe de Estado. Por lo que en un comienzo fueron varios los prefectos al cargo de los pretorianos, esto cambio con Tiberio. El emperador romano, poco prudente o confiado, cometió un gravísimo error.

Tiberio organizaría el pretorio en consecuencia de su paranoia personal de las distintas conspiraciones hacia su persona, deshaciendo la organización que confirió Augusto, nombrando a un único prefecto, Sejano, que convenció a Tiberio instalar las nueve cohortes y a las tres cohortes urbanas en la ciudad de Roma, concretamente en la meseta del Esquilino, en el extrarradio, en las afueras de la muralla serviana. Las doce cohortes (9 pretorianas y 3 urbanas) formaron un campamento principal de unos 440 x 380 metros.

"Lucio Sejano, prefecto del pretorio en época de Tiberio, y uno de los hombres más influyentes de la política romana desde entonces. Fue el principal causante del traslado de la guarnición romana dentro de Roma, aprovechándose del delirio del emperador romano, Sejano hizo de los pretorianos un verdadero órgano de poder dentro del Imperio. Sus consecuencia se hicieron notar el resto de su historia."

Actualmente se desconoce con certeza el tamaño del campamento pretoriano, pero gracias a la arqueología y lo que sabemos de la historia militar romana, un campamento legionario llegaba a extenderse entre 18 y 20 ha. El historiador francés Yann Le Bohec, haciendo un cálculo entre el número de unidades pretorianas en su base miliaria o quingeniaria, cree que el campamento original debió tener una extensión de 16,72 ha.

El número de unidades siempre ha sido modificado a lo largo del periodo imperial, por deseo o por necesidades de los distintos emperadores romanos. Se sabe que en la famosa guerra de los Cuatro Emperadores del 69, su número llegó a aumentar en mil cada cohorte. Domiciano llegó a crear la décima cohorte pretoriana, pero cuando Septimio Severo llegó al poder en 193, en el que los pretorianos ayudaron a uno de sus enemigos por el trono, decidió castigarlos a la hora de disolverlos y reorganizarlos en unidades leales a su persona, aumentando las cohortes a 1000 unidades cada otra vez.

"Dibujo de Richard Hook, en el que se pueden apreciar dos pretorianos vestidos de campaña, el de la izquierda, un optio (oficial) y el de la derecha, un guardia del emperador."

Muchos emperadores recelosos de los pretorianos, como Septimio Severo, intentaron en diversas ocasiones disolverlos acabando en continuo fracaso, hasta que en el año 312, cuando apoyaron a Magencio en su guerra contra Constantino. Tras la victoria de este último, los pretorianos fueron disueltos permanentemente, tras 300 años ocupando una importante labor de la política imperial romana.

Los urbanici, los grandes olvidados



Mucho se conoce de los pretorianos, las cohortes urbanas más famosas y poderosas del Imperio, debido a su ascenso al poder imperial tras el reinado de Tiberio, cuando la elección de un candidato al trono ya no venía tanto del Senado o el propio emperador, sino de esta guardia. Los pretorianos llegaron a estar cerca de la vida íntima del prínceps, como de su seguridad y actuando como un verdadero ejército privado, pero Augusto, creó otras cohortes y cuerpos de tropa para contrarrestar el poder de los pretorianos.

La creación de los urbanici, se data del año 13 a.C. posterior y mucho más modesta debido a su función respecto a su número de cohortes, la X, XI y la XII, como la fuerza de seguridad de Roma. Se podría decir que mientras los pretorianos serían fuerzas personales del prínceps, los urbanici serían la guardia del pueblo, con funciones de seguridad, actuando como una verdadera fuerza policial. Sin embargo, esta no es otra excusa de Augusto, para crear tres cohortes aparentemente relegadas a la seguridad civil, siendo en realidad tres unidades de élite del emperador.

"La ciudad de Roma, sufrió un increíble incendio el verano del 64 d.C. en el que Tácito afirma, que llegó a destruir por completo cuatro de los catorce distritos de la ciudad. Los urbanici junto a los Vigilantes, fueron las unidades encargadas de la extinción de dicho incendio".

En el siglo I estaban a las órdenes del prefecto de la ciudad de Roma, personaje de origen senatorial y leal a Augusto. Desempeñaron junto a los pretorianos importantes labores durante el complejo reinado de la dinastía Julio-Claudia, además de participar en las labores de ayuda del incendio que asoló Roma durante el reinado de Nerón. Pero hasta el siglo II d.C. los urbanici fueron pisados una y otra vez por los pretorianos, que acabaron sometidos a ellos.

Su organización era parecida a la de los pretorianos, cada cohorte estaba dirigida por un tribuno y seis centuriones. Probamente contaran con unidades de caballería, aunque no se sabe a ciencia cierta. Yann le Bohec le otorgó un número de quinientas unidades por cohorte, y que Vitelio aumentó a mil, debido a que no contaba con el apoyo de los pretorianos, que se marcharon ayudar a Vespasiano. Septimio Severo aumentó la cifra a unos 1500, lo que nos indica que su cifra no cambió desde Vitelio. A diferencia de los pretorianos, sobrevivieron a Constantino, pero ya habían perdido su importancia en el siglo IV, y acabaron olvidados a lo largo de la historia.

Las cohortes de los Vigilantes


Mucho más posterior sería la creación de los Vigilantes por Augusto, justamente ya en el 6 d.C., organizadas en siete cohortes y numeradas como miliarias (1000 unidades). Se trata de grupos de voluntarios para ejercer dos funciones simples:

A cada una de estas cohortes se les confiaba dos de los catorce distritos de la ciudad. Estaban equipados con lámparas para el servicio nocturno, sifones, cubos y escobas, para funciones de mantenimiento y limpieza. Curiosamente, a pesar de aparentar ser unidades de mantenimiento, tenían formación militar, aunque no se consideraban como tal. Ulpiano nos cuenta que los Vigilantes llegaron a ser militarizados tras el periodo de la Anarquía militar del siglo III d.C.

"Son pocos los detalles de las cohortes de vigilantes. Sabemos que tenían entrenamiento militar, pero su equipo estaba pensado para las labores de mantenimiento, por lo que debieron ir con lo justo para desempeñar sus funciones, sin llegar a ser una fuerza armada en sí".

Su jerarquía se establecía entre un prínceps que actuaría como un prefecto, intercambiando funciones entre las cohortes con tribunos y centuriones, con el mismo esquema de los pretorianos y la guardia urbana. El puesto de prínceps era ocupado por un equite, también conocido como prefecto del vigilium. El servicio se premiaba a partir de época de Tiberio en el 24 d.C. cuando en un periodo de seis años, el vigilante ganaba la ciudadanía romana.

La base de los vigilantes se estableció en Ostia a partir de Claudio, junto a la guardia urbana de Roma, tuvieron un importante papel en el exterminio del gran incendio de la ciudad, y fue desde entonces, cuando los emperadores valoraron la importancia del mantenimiento de estas unidades especiales.

Los corporis custodes


"Representación escultórica de los corporis custodes en la Columna de Trajano, la guardia germana."

Podríamos decir que después de los pretorianos, los más conocidos sean los custodes, sobre todo por su aparición en el mundo cinematográfico o en series como las de Yo, Claudio. Augusto, aún receloso de crear una unidad tan poderosa como los pretorianos, creo a los corporis custodes con la excusa de que los pretorianos no serían suficientes para la seguridad del emperador romano.

Augusto trajo de Germania algunos de los mejores guerreros germanos o bátavos, de las regiones de Renania o la actual Holanda, para establecer su guardia personal. Su número oscilaría entre 100 o 500 como mucho, considerada la milicia personal de los emperadores romanos. Pero no tuvieron mucho recorrido con Augusto, ya que tras el desastre de Teutoburgo, el emperador quiso disolverla.

"Un jinete bátavo que cruza un río. Los batavos fueron auxiliares que provenían de la zona de la actual Holanda, siendo unidades anfibias del ejército romano. Su gran desempeño militar hizo que gran parte de los emperadores, los agregaran a las filas de la guardia germana."

El emperador Calígula los rescató, y convirtió en una verdadera unidad militar a su servicio. Aquella “guardia germana” estaba compuesta en su mayoría de jinetes montados. Sabemos por Trajano, que quedaron organizados en turmas, cada una mandada por un decurión y un tribuno. Durante el reinado de Trajano acuñarían el nombre de numerus, en referencia a la cantidad de mil hombres que lo formaban, aunque esto no está demostrado.

Decadencia de las cohortes urbanas


Hemos hablado del origen y motivos de la creación de estas cohortes, y detallado en mayor o menor medida, de sus distintas unidades. Explicado como los urbanici acabaron cayendo bajo la influencia del prefecto del pretorio, debido a la creciente acumulación de poder que estos estaban teniendo, como la militarización de los Vigilantes por las causas de la Anarquía Militar, y las continuas guerras civiles por el control de Roma.
"El emperador Calígula, probablemente consciente de la amenaza que suponían los pretorianos, reorganizó a los corporis custodes para confiarles su seguridad. Cuando los pretorianos, junto a otros senadores, asesinaron a Calígula, cuando éste, desprovisto de su guardia, se dirigía al teatro, los germanos quisieron vengarse y asesinaron a parte de los pretorianos que se encontraron a su paso."

Si bien es criticado a Augusto, o tenido en cuenta, que fue una mala decisión crear semejante ejército, no se suele tener en cuenta los factores que llevaron a la decadencia de estos grupos. La idea de Augusto era buena, y eficaz aunque no se piense, para dar la estabilidad al Imperio dentro de sus fronteras, para no caer en los errores de la Guerra Civil y Julio César. 

La decadencia de la guardia pretoriana, viene ligada por la problemática de la sucesión imperial que no pudo desarrollar debidamente bien el Princeps, junto con la creciente corrupción que quedaría ligada a los cimientos del Imperio desde Tiberio hasta Constantino. Hablamos que Augusto tuvo cierta obsesión de que estos cuerpos acabaran haciéndose con el poder, por lo que puso la medidas necesarias para evitar que se hicieran con al estructura de poder. Sin embargo, fue Tiberio el que alteró todo este esquema junto con el prefecto Sejano, dando un poder inconmensurable a los pretorianos y convirtiéndolos en los verdaderos amos de la política romana.

Si bien hemos dicho que con Tiberio, concretamente en el 24 a.C. con la construcción del Castra Pretoria dentro de Roma, algo que iba contra lo establecido por Augusto, es en realidad la Guerra de los Cuatro Emperadores en el 69, donde comienza el punto fulminante de la ascensión al poder de los pretorianos. Como fuerza de élite, los pretorianos durante esta guerra supieron dar la vuelta a la contienda a favor de aquellos emperadores que velaban por sus intereses. Esto se refleja en la Batalla de Brediacum, cuando los legionarios de Otón quebraron sus posiciones, los pretorianos y los bátavos, consiguieron frenar ellos solos a un enemigo superior en número. El propio Otón vio por experiencia, que había que tener en cuenta las peticiones de los pretorianos, a los cuales duplicó su sueldo, para que no le pasara lo mismo que a Galba.

"El Desastre de Teutoburgo del año 9 d.C., fue una de las mayores derrotas romanas jamás sufridas hasta este momento"

Los pretorianos acrecentaron su poder durante siglos, y muchos emperadores no supieron cortarles las alas a tiempo, hasta que se dieron las circunstancias para ello en época de Constantino. La cosa llegaría hasta tal punto que tras el asesinato de Cómodo y el vacío de poder tras la extinción de la Dinastía Antonina, los pretorianos en el año 192 pusieron en subasta el mismísimo Imperio Romano. El poder de los pretorianos es tan solo otro de los síntomas de la decadencia del Imperio Romano, la militarización de la política, ya que tras la Dinastía Julio-Claudia, las legiones romanas acabarían siendo otra pieza clave en la subida al poder de los emperadores romanos, acabando por completo con la carrera política de cualquier senador romano.

Bibliografía


DE LA BEDOYÈRE, Guy; “La Guardia Pretoriana, Ascenso y caída de la escolta imperial de Roma”, Editorial Pasado y Presente, 2017, Barcelona.

LE BOHEC, Yann, “El Ejército Romano”, Ediciones Ariel, 2013, Barcelona.

ROLDÁN, José Manuel; BLÁZQUEZ, José María; DEL CASTILLO, Arcadio; “Historia de Roma, Tomo II, El Imperio Romano”, Ediciones Cátedra, Historia, S.A., 1995, Madrid



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