Un ejército imperial

En Roma se encontraban,
los llamados diez mil hombres, que se conocería a partir del 27 a.C. como la
guarnición romana. Inicialmente, como se piensa a veces, no se establecieron en
dicha ciudad, ni tuvieron una proximidad relevante que pudiera afectar a nivel
político a la capital. Augusto creó una serie de cuerpos y unidades que se
caracterizarían a largo plazo, de ser las tropas de élite de Roma, y la
vanguardia del Imperio frente a posibles enemigos dentro del mismo. Augusto decidió
así apostar por la militarización de la vida pública romana. La guarnición se
dividió en una serie de lugares estratégicos del Lacio, y agrupándose en
cuarteles generales próximos a la zona de Viminal, el Celio y Esquilino.
Los pretorianos
"Relieve que representan a los pretorianos, la guardia de élite del Princeps, y la más influyentes unidades de la guarnición romana. Con la caída de la Dinastía Julio-Claudia, los pretorianos se apoderaron de la política sucesoria de los emperadores.
En primer lugar,
pasaremos a valorar lo que se conoce como la más famosa y repercutida fuerza de
la guarnición romana. Los pretorianos tuvieron un origen en la expansión
militar romana de la República. Formaban parte de la guardia personal de un magistrado
romano, el pretor, para que pudiera desempeñar sus funciones judiciales y
militares en los territorios anexionados.
Los pretorianos se
disolvieron al mismo tiempo que la figura de los pretores perdió sus facultades
militares, hasta que Augusto quiso resucitarlos, en una nueva forma y
funcionalidad acorde con el sistema imperial romano, convirtiéndola en una
guardia imperial, cuya misión era asegurar la vida política del emperador
romano.
En las filas de los
pretorianos romanos, encontramos a los mejores soldados o veteranos de las
legiones romanas. Los pretorianos no eran una guardia personal del emperador
como tiende la gente a confundir, ya que de acuerdo a lo que dice M. Durry, su
función principal junto a otras, era la de procurar la estabilidad política y
garantizar la pax romana dentro del Imperio Romano.
"Octavio Augusto fue el primer emperador romano. Principal creador del sistema imperial, al igual que la persona que reorganizó las legiones romanas republicanas al modelo imperial del 27 a.C."
Los pretorianos estaban
mandados por un prefecto o prefecto del pretorio como se denominaban.
Personajes del orden ecuestre, afines a Augusto cuyo puesto dependía de su
lealtad al mismo. Cada prefectura pretoriana, estaba al cargo de un tribuno,
que a su vez, dividía seis centurias comandadas por seis centuriones. Los
centuriones estaban en igualdad de mando entre ellos, con excepción de uno, el trecenarius, el primero entre todos,
quien comandaba a los trescientos speculatores,
la otra guardia del prínceps. Otro oficial de rango entre los centuriones era
el prínceps castrorum, responsable del
campamento.
"Tras la muerte de Nerón, Galba fue proclamado emperador con el apoyo de sus legionarios y de los pretorianos. Galba se caracterizó de ser un idealista republicano, contrario a todo lo que tuviera que ver con Augusto y los césares, tanto que no quería que le llamasen emperador. Cuando los pretorianos le exigieron una compensación salarial por apoyarle, Galba se negó, lo que acabó por ser asesinado por estos cuando Otón prometió recompensarles.
Los pretorianos
contaban con un gran número de jinetes romanos, lo que explica que los
legionarios se referían a ellos como equitatae,
ya que las cohortes pretorianas se formaban 1/5 de unidades de caballería junto
con una mayoría de tropas de infantería. Los pretorianos se crean en torno a
los años 27-26 a.C. mediante la designación numeral del IX, que les concedió
Augusto, lo que indica que fueron nueve cohortes pretorianas en total. Los
pretorianos escogieron como representación el emblema del escorpión.
Augusto les dejó
organizar su cadena de mando entre ellos, con la prohibitiva de concentrar el
poder en un único puesto que pudiera ser una amenaza para su persona y producir
un golpe de Estado. Por lo que en un comienzo fueron varios los prefectos al
cargo de los pretorianos, esto cambio con Tiberio. El emperador romano, poco
prudente o confiado, cometió un gravísimo error.
Tiberio organizaría el
pretorio en consecuencia de su paranoia personal de las distintas
conspiraciones hacia su persona, deshaciendo la organización que confirió
Augusto, nombrando a un único prefecto, Sejano, que convenció a Tiberio
instalar las nueve cohortes y a las tres cohortes urbanas en la ciudad de Roma,
concretamente en la meseta del Esquilino, en el extrarradio, en las afueras de
la muralla serviana. Las doce cohortes (9 pretorianas y 3 urbanas) formaron un
campamento principal de unos 440 x 380 metros.
"Lucio Sejano, prefecto del pretorio en época de Tiberio, y uno de los hombres más influyentes de la política romana desde entonces. Fue el principal causante del traslado de la guarnición romana dentro de Roma, aprovechándose del delirio del emperador romano, Sejano hizo de los pretorianos un verdadero órgano de poder dentro del Imperio. Sus consecuencia se hicieron notar el resto de su historia."
Actualmente se
desconoce con certeza el tamaño del campamento pretoriano, pero gracias a la
arqueología y lo que sabemos de la historia militar romana, un campamento
legionario llegaba a extenderse entre 18 y 20 ha. El historiador francés Yann
Le Bohec, haciendo un cálculo entre el número de unidades pretorianas en su
base miliaria o quingeniaria, cree que el campamento original debió tener una
extensión de 16,72 ha.
El número de unidades
siempre ha sido modificado a lo largo del periodo imperial, por deseo o por
necesidades de los distintos emperadores romanos. Se sabe que en la famosa
guerra de los Cuatro Emperadores del 69, su número llegó a aumentar en mil cada
cohorte. Domiciano llegó a crear la décima cohorte pretoriana, pero cuando Septimio
Severo llegó al poder en 193, en el que los pretorianos ayudaron a uno de sus
enemigos por el trono, decidió castigarlos a la hora de disolverlos y
reorganizarlos en unidades leales a su persona, aumentando las cohortes a 1000
unidades cada otra vez.
"Dibujo de Richard Hook, en el que se pueden apreciar dos pretorianos vestidos de campaña, el de la izquierda, un optio (oficial) y el de la derecha, un guardia del emperador."
Muchos emperadores
recelosos de los pretorianos, como Septimio Severo, intentaron en diversas
ocasiones disolverlos acabando en continuo fracaso, hasta que en el año 312,
cuando apoyaron a Magencio en su guerra contra Constantino. Tras la victoria de
este último, los pretorianos fueron disueltos permanentemente, tras 300 años
ocupando una importante labor de la política imperial romana.
Los urbanici, los grandes olvidados
Mucho se conoce de los
pretorianos, las cohortes urbanas más famosas y poderosas del Imperio, debido a
su ascenso al poder imperial tras el reinado de Tiberio, cuando la elección de
un candidato al trono ya no venía tanto del Senado o el propio emperador, sino
de esta guardia. Los pretorianos llegaron a estar cerca de la vida íntima del
prínceps, como de su seguridad y actuando como un verdadero ejército privado,
pero Augusto, creó otras cohortes y cuerpos de tropa para contrarrestar el
poder de los pretorianos.
La creación de los urbanici, se data del año 13 a.C.
posterior y mucho más modesta debido a su función respecto a su número de
cohortes, la X, XI y la XII, como la fuerza de seguridad de Roma. Se podría
decir que mientras los pretorianos serían fuerzas personales del prínceps, los urbanici serían la guardia del pueblo, con funciones de seguridad,
actuando como una verdadera fuerza policial. Sin embargo, esta no es otra
excusa de Augusto, para crear tres cohortes aparentemente relegadas a la
seguridad civil, siendo en realidad tres unidades de élite del emperador.
"La ciudad de Roma, sufrió un increíble incendio el verano del 64 d.C. en el que Tácito afirma, que llegó a destruir por completo cuatro de los catorce distritos de la ciudad. Los urbanici junto a los Vigilantes, fueron las unidades encargadas de la extinción de dicho incendio".
En el siglo I estaban a
las órdenes del prefecto de la ciudad de Roma, personaje de origen senatorial y
leal a Augusto. Desempeñaron junto a los pretorianos importantes labores
durante el complejo reinado de la dinastía Julio-Claudia, además de participar
en las labores de ayuda del incendio que asoló Roma durante el reinado de
Nerón. Pero hasta el siglo II d.C. los urbanici
fueron pisados una y otra vez por los pretorianos, que acabaron sometidos a
ellos.
Su organización era
parecida a la de los pretorianos, cada cohorte estaba dirigida por un tribuno y
seis centuriones. Probamente contaran con unidades de caballería, aunque no se
sabe a ciencia cierta. Yann le Bohec le otorgó un número de quinientas unidades
por cohorte, y que Vitelio aumentó a mil, debido a que no contaba con el apoyo
de los pretorianos, que se marcharon ayudar a Vespasiano. Septimio Severo
aumentó la cifra a unos 1500, lo que nos indica que su cifra no cambió desde
Vitelio. A diferencia de los pretorianos, sobrevivieron a Constantino, pero ya
habían perdido su importancia en el siglo IV, y acabaron olvidados a lo largo
de la historia.
Las cohortes de los Vigilantes
Mucho más posterior
sería la creación de los Vigilantes por Augusto, justamente ya en el 6 d.C.,
organizadas en siete cohortes y numeradas como miliarias (1000 unidades). Se trata
de grupos de voluntarios para ejercer dos funciones simples:
A cada una de estas
cohortes se les confiaba dos de los catorce distritos de la ciudad. Estaban
equipados con lámparas para el servicio nocturno, sifones, cubos y escobas,
para funciones de mantenimiento y limpieza. Curiosamente, a pesar de aparentar
ser unidades de mantenimiento, tenían formación militar, aunque no se
consideraban como tal. Ulpiano nos cuenta que los Vigilantes llegaron a ser
militarizados tras el periodo de la Anarquía militar del siglo III d.C.
"Son pocos los detalles de las cohortes de vigilantes. Sabemos que tenían entrenamiento militar, pero su equipo estaba pensado para las labores de mantenimiento, por lo que debieron ir con lo justo para desempeñar sus funciones, sin llegar a ser una fuerza armada en sí".
Su jerarquía se
establecía entre un prínceps que
actuaría como un prefecto, intercambiando funciones entre las cohortes con
tribunos y centuriones, con el mismo esquema de los pretorianos y la guardia
urbana. El puesto de prínceps era
ocupado por un equite, también conocido como prefecto del vigilium. El servicio se premiaba a partir de época de Tiberio en
el 24 d.C. cuando en un periodo de seis años, el vigilante ganaba la ciudadanía
romana.
La base de los
vigilantes se estableció en Ostia a partir de Claudio, junto a la guardia
urbana de Roma, tuvieron un importante papel en el exterminio del gran incendio
de la ciudad, y fue desde entonces, cuando los emperadores valoraron la
importancia del mantenimiento de estas unidades especiales.
Los corporis custodes
"Representación escultórica de los corporis custodes en la Columna de Trajano, la guardia germana."
Podríamos decir que
después de los pretorianos, los más conocidos sean los custodes, sobre todo por su aparición en el mundo cinematográfico o
en series como las de Yo, Claudio. Augusto, aún receloso de crear una unidad
tan poderosa como los pretorianos, creo a los corporis custodes con la excusa de que los pretorianos no serían
suficientes para la seguridad del emperador romano.
Augusto trajo de
Germania algunos de los mejores guerreros germanos o bátavos, de las regiones
de Renania o la actual Holanda, para establecer su guardia personal. Su número
oscilaría entre 100 o 500 como mucho, considerada la milicia personal de los
emperadores romanos. Pero no tuvieron mucho recorrido con Augusto, ya que tras
el desastre de Teutoburgo, el emperador quiso disolverla.
"Un jinete bátavo que cruza un río. Los batavos fueron auxiliares que provenían de la zona de la actual Holanda, siendo unidades anfibias del ejército romano. Su gran desempeño militar hizo que gran parte de los emperadores, los agregaran a las filas de la guardia germana."
El emperador Calígula
los rescató, y convirtió en una verdadera unidad militar a su servicio. Aquella
“guardia germana” estaba compuesta en su mayoría de jinetes montados. Sabemos
por Trajano, que quedaron organizados en turmas, cada una mandada por un
decurión y un tribuno. Durante el reinado de Trajano acuñarían el nombre de numerus, en referencia a la cantidad de
mil hombres que lo formaban, aunque esto no está demostrado.
Decadencia de las cohortes urbanas
Hemos hablado del
origen y motivos de la creación de estas cohortes, y detallado en mayor o menor
medida, de sus distintas unidades. Explicado como los urbanici acabaron cayendo bajo la influencia del prefecto del
pretorio, debido a la creciente acumulación de poder que estos estaban
teniendo, como la militarización de los Vigilantes por las causas de la
Anarquía Militar, y las continuas guerras civiles por el control de Roma.
"El emperador Calígula, probablemente consciente de la amenaza que suponían los pretorianos, reorganizó a los corporis custodes para confiarles su seguridad. Cuando los pretorianos, junto a otros senadores, asesinaron a Calígula, cuando éste, desprovisto de su guardia, se dirigía al teatro, los germanos quisieron vengarse y asesinaron a parte de los pretorianos que se encontraron a su paso."
Si bien es criticado a
Augusto, o tenido en cuenta, que fue una mala decisión crear semejante
ejército, no se suele tener en cuenta los factores que llevaron a la decadencia
de estos grupos. La idea de Augusto era buena, y eficaz aunque no se piense,
para dar la estabilidad al Imperio dentro de sus fronteras, para no caer en los
errores de la Guerra Civil y Julio César.
La decadencia de la
guardia pretoriana, viene ligada por la problemática de la sucesión imperial
que no pudo desarrollar debidamente bien el Princeps,
junto con la creciente corrupción que quedaría ligada a los cimientos del
Imperio desde Tiberio hasta Constantino. Hablamos que Augusto tuvo cierta
obsesión de que estos cuerpos acabaran haciéndose con el poder, por lo que puso
la medidas necesarias para evitar que se hicieran con al estructura de poder.
Sin embargo, fue Tiberio el que alteró todo este esquema junto con el prefecto
Sejano, dando un poder inconmensurable a los pretorianos y convirtiéndolos en
los verdaderos amos de la política romana.
Si bien hemos dicho que
con Tiberio, concretamente en el 24 a.C. con la construcción del Castra Pretoria dentro de Roma, algo que
iba contra lo establecido por Augusto, es en realidad la Guerra de los Cuatro
Emperadores en el 69, donde comienza el punto fulminante de la ascensión al
poder de los pretorianos. Como fuerza de élite, los pretorianos durante esta
guerra supieron dar la vuelta a la contienda a favor de aquellos emperadores
que velaban por sus intereses. Esto se refleja en la Batalla de Brediacum,
cuando los legionarios de Otón quebraron sus posiciones, los pretorianos y los
bátavos, consiguieron frenar ellos solos a un enemigo superior en número. El
propio Otón vio por experiencia, que había que tener en cuenta las peticiones
de los pretorianos, a los cuales duplicó su sueldo, para que no le pasara lo
mismo que a Galba.
"El Desastre de Teutoburgo del año 9 d.C., fue una de las mayores derrotas romanas jamás sufridas hasta este momento"
Los pretorianos
acrecentaron su poder durante siglos, y muchos emperadores no supieron
cortarles las alas a tiempo, hasta que se dieron las circunstancias para ello en
época de Constantino. La cosa llegaría hasta tal punto que tras el asesinato de
Cómodo y el vacío de poder tras la extinción de la Dinastía Antonina, los
pretorianos en el año 192 pusieron en subasta el mismísimo Imperio Romano. El
poder de los pretorianos es tan solo otro de los síntomas de la decadencia del
Imperio Romano, la militarización de la política, ya que tras la Dinastía
Julio-Claudia, las legiones romanas acabarían siendo otra pieza clave en la
subida al poder de los emperadores romanos, acabando por completo con la
carrera política de cualquier senador romano.
Bibliografía
DE LA BEDOYÈRE, Guy; “La Guardia Pretoriana, Ascenso y caída de
la escolta imperial de Roma”, Editorial Pasado y Presente, 2017, Barcelona.
LE BOHEC, Yann, “El Ejército Romano”, Ediciones Ariel,
2013, Barcelona.
ROLDÁN, José Manuel;
BLÁZQUEZ, José María; DEL CASTILLO, Arcadio; “Historia de Roma, Tomo II, El Imperio Romano”, Ediciones Cátedra,
Historia, S.A., 1995, Madrid
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