viernes, 13 de marzo de 2020

FALL WEISS

Imagen icónica sobre la invasión de Polonia a comienzos de la II G.M en la que soldados alemanes de la Wehrmatch destruyen el puesto fronterizo polaco-alemán.

La hora más gloriosa


La invasión de Polonia fue uno de los momentos más tensos y complejos de la historia contemporánea. Marcó el inicio del conflicto más sangriento conocido, que cambió la historia para siempre. El desenlace parecía inevitable, no lo negaremos, pero fue resultado de malas decisiones políticas de consecuencias impactantes a largo plazo.

El arma automática polaca RKM wz.28, resultó ser avanzado para su tiempo, basado en la Browning estadounidense (BAR)”.

A finales de marzo de 1939, Hitler, presentó sobre las mesas de la Wehrmacht la “cuestión polaca” para una solución militar. La Unión Soviética en acuerdos de apoyo mutuo con Francia, tuvo como obstáculo la desconfianza polaca en dejarles pasar a su propio territorio, para ayudar a Checoslovaquia. Era normal que los polacos desconfiasen de los soviéticos, debido a las exigencias de Stalin en la Sociedad de Naciones de la vuelta de los antiguos territorios biolorrusos y ucranianos que se había quedado Polonia tras su victoria en 1922. El fracaso que supuso la Conferencia de Munich de 1938 al dejar indefensa Checoslovaquia, y el desinterés de Reino Unido de luchar una guerra contra Alemania, invadieron pensamientos de discrepancias y enfados por parte de Stalin hacia las impotentes potencias aliadas.

“La mayoría del equipo polaco se basaba en licencias extranjeras de países como Suecia, Reino Unido y Francia. Pero también fabricaron modelos nacionales como los morteros wz. 36 de 46 mm”

La URSS supuso que tendría que luchar contra Hitler por su propia cuenta, y por ello tendría que negociar un pacto que evitase un enfrentamiento prematuro con Alemania que permitiese a Hitler luchar contra los soviéticos sin que Reino Unido y Francia se lo impidiese. Por ello, el Pacto Ribbentrop-Molotov, garantizaba que dos adversarios antológicos pudieran guardar sus respectivas retaguardias para prepararse a una guerra a largo plazo.

 "Fotografía realizada el 23 de agosto de 1939 días antes de la Operación Fall Weiss, el Pacto de No Agresión entre la URSS y el Tercer Reich, donde podemos ver a la izquierda, al ministro de Asuntos Exteriores nazi Ribbentrop, junto a Stalin a su derecha, viendo como firma el ministro soviético Molotov."


Hitler tenía previsto comenzar la guerra el 26 de agosto de 1939, pero el anuncio de Inglaterra de socorrer a Polonia en caso de agresión, lo pospuso. El acorazado Schleswig-Holstein fue el primero en disparar a las 4:00 del 1 de septiembre de 1939, destruyendo parte de la guarnición polaca de Westerplatte. Los polacos se movilizaron en torno a 700.000, insuficientes según las previsiones del mando polaco. La flota polaca fue hundida por parte de la aviación alemana, a tan solo 45 minutos de estallar la guerra. La Segunda Guerra Mundial había comenzado.

Los mitos sobre el ejército polaco


Si hay una figura que le deba su existencia al ejército polaco, ese es Josef Pilsudski, el jefe de estado hasta 1935, creando un ejército de la nada, basado en el modelo francés. Pilsudski supo crear ciertos cuerpos de instrucción para generar oficiales de mayor experiencia, con la ayuda de colaboradores franceses.

Los polacos han sido objeto de crítica por sus fuertes vínculos con el ejército francés y se le ha achacado su fracaso erróneamente por sus vínculos con Francia. Como podemos demostrar, no tiene nada que ver lo uno con lo otro. Los polacos se basaron en su experiencia de combate de 1920 contra los soviéticos, completamente diferente de la guerra de trincheras de la Primera Guerra Mundial. Los franceses se basaban en una tradición de batalla metódica, es decir, coordinación de las unidades, la artillería y blindados bajo un liderazgo centralizado, mientras que la cultura militar polaca se basaba en el pensamiento de Pilsudski de la improvisación y adaptación.

"El general polaco Smigly-Rydz junto al general y Jefe del Estado Mayor francés Maurice Gamelin"

Polonia contaba con muy buenos generales como Rydz-Smigly y Kutrzeba, el mismo que originó el Plan Oeste, y pieza clave la contraofensiva de Bzura. Pero el culto a la improvisación, la falta de presupuesto para renovar el material militar y el débil sistema de mando que no podía competir contra el sistema de radio alemán, iba a jugarles una mala racha.

Caballeros de Acero


"El Panzer 38 (t) fue uno de los mejores diseños de Skoda antes de la ocupación alemana de Checoslovaquia. La industria checa propició una reserva fresca de estos blindados que fueron esenciales en las invasiones de Polonia y Francia durante la II Guerra Mundial"

Los alemanes y los soviéticos fueron los primeros visionarios en emplear los nuevos prototipos de tanques en las maniobras de infantería. La creciente amenaza, provocó que Polonia adoptara en 1936 el Plan Z, uno de los más ambiciosos de la época. Para que el plan funcionase el ejército polaco debía estar movilizado al completo. Se preveía que Alemania atacaría antes de que la movilización se completase y que parte del ejército polaco sucumbiría antes de que la movilización se completara al 100%. Por lo que se pensó que debía hacerse una retirada continua pero lenta (para dar tiempo a Francia atacar Alemania), hasta las líneas fijadas de los ríos centrales del país, y resistir donde las fortificaciones les garantizaban una mayor seguridad.

Polonia no tuvo el tiempo necesario para rearmarse de blindados, el préstamo francés de 1936 sólo pudo ofrecer unos cuantos R-35 (49), en vez del poderoso Somua S-35, por miedo a filtraciones. Los polacos adaptaron ejemplares del Vickers E de doble torreta, equipado con ametralladoras (30), una reconversión de coches blindados wz. 29 y 34 (95), y en mayor número, las Tanquetas TK y TKS.


"Las tanquetas, pese a su aparente obsolescencia, sirvieron para emboscar varias patrullas y escuadras blindadas, equipadas con cañones, el propio comandante Roman Orlik destruyó una patrulla panzer. Las TKS apoyaron un flanqueo derecho al avance del 11º Regimiento Panzer que provocó la destrucción de siete carros."

Las panzerwaffe alemanas son la evolución del ejército alemán desde 1934 gracias al padre de las modernas fuerzas militares alemanas, Hans von Seeckt. Los primeros batallones se formaron en torno a las unidades del Panzer I. Gudieran consiguió reunir en torno 538 panzers antes del estallido de la guerra, siendo la mayoría los modelos I y II, reforzados por los tanques checos Panzer 35 (t), y un número inferior de Panzer III y IV, siendo estos considerados los futuros modelos estándares de la panzerwaffe.

La mayoría se organizaron en cinco divisiones panzer y otras cuatro ligeras para la Operación Fall Weiss. El protagonista de 1939 no es otro que el Pzkpfw II, el más numeroso, cuyo modelo se empleó para introducir cañones autopropulsados como el Wespe y otros carros armados con el Pak 40, como el Marder II. El Pzkpfw II fue un carro de combate ligero que proporcionaba apoyo a la infantería en los ataques a las líneas polacas.

Los combates blindados que sucedieron, sobre todo en el ataque frustrado de Varsovia del 4º Ejército Panzer, fueron en menor escala y con algunas acciones blindadas poco destacables. Los Panzer I demostraron ser poco útiles, y tan sólo en la campaña polaca se perdieron 89 unidades.

El asalto a Varsovia


El 8 y 9 de Septiembre, la Wehrmacht lanzó su primer ataque a la capital polaca. Tras realizar una marcha forzosa de unos 60 kilómetros desde Rawa Mazowiecka, la 4º División Panzer sufría de una serie de inconvenientes que le pasarían factura: la falta de equipo, compuesta por reservistas sin experiencia, y regimientos motorizados con apenas algunos camiones y con falta de semiorugas. La división fundada en 1938 y compuesta por soldados de Baviera, sufrió una auténtica humillación en Varsovia.

El primer asalto se efectuó con el primer grupo de asalto en Ochota, encontrándose las carreteras obstruida por varios elementos,  con cierta resistencia dentro de los edificios, y hostigados por la artillería ubicada en el distrito de Mokotow. El principal fallo del ejército de Hans Reinhardt fue proceder con los tanques para efectuar un rodeo por la ciudad, dejando a la infantería expuesta y sin apoyo alguno.

"El Castillo Real de Varsovia en llamas tras un bombardeo de la aviación alemana. La mayor parte del patrimonio histórico polaco quedo seriamente dañado o totalmente destruido tras la Segunda Guerra Mundial"

Lo que prometía un simple paseo por la ciudad, se convirtió en una pesadilla en menos de treinta minutos. Los polacos se pertrecharon con cuatro divisiones de infantería en los barrios de Mokotow, el aeródromo y cerca del distrito de Wola. Se perdieron muchos tanques alemanes, y el segundo grupo no supo avanzar hasta los suburbios interiores. La desinformación fue el peor enemigo de los alemanes, muchas previsiones fallaron, sobre todo pensar que la moral de los polacos estaba por los suelos y que planeaban retirarse hacia el este de Vistula con el resto de ejércitos de Poznán y Lodz, con la esperanza de alcanzarlos y destruirlos.

La precipitación de la operación fue por parte de Hitler en su insistencia de acabar con Polonia antes de que Reino Unido y Francia supieran reaccionar y ayudarles. Los polacos solo se molestaron en aplicar un fuego continuo y esporádico contra los invasores, aunque no impidió que los alemanes se reagrupasen para realizar un segundo asalto.


"Panzer IV Aust A. en uno de los barrios de Varsovia. Como se puede ver, la Cruz Balcánica Blanca fue la insignia del Ejército alemán al comienzo de la Operación Falls Weiss. Se pintaría posteriormente una cruz negra en su interior que daría lugar a la icónica cruz de la Werhmtacht"

En la planificación del segundo asalto, Reinhardt descubrió que las defensas polacas no eran tan duras como aparentaban y que en cierto modo estaban limitadas. Se esperó al día 9 con la llegada de la artillería, que abrieron fuego a las 7:00 de la mañana. Al igual que el día anterior, los alemanes sufrieron numerosas bajas en su avance por el interior, al encontrase a los polacos pertrechados en los edificios. Sin embargo, la artillería alemana servía como fuego de cobertura y apoyo, y desgastaba las cada vez más menguadas fuerzas polacas.

Algo que merece mencionarse, era que parte de la artillería ligera se posicionaba a campo abierto y dejándose expuestas como blancos visibles para el fuego enemigo. esto supuso uno de los motivos por los que el alto mando alemán introduciría al ejércitos los cañones de asalto blindados como el famoso Stug III.

El ataque parecía fracasar de nuevo, el 35º Regimiento Panzer que estaba cerca de lograr llegar a la Estación Central de Varsovia, tuvo que retroceder y abandonar el terreno ganado. La reserva fue movilizada para sustituir a las tropas que se retiraban, pero recibieron un fuego incansable de las baterías de artillería polacas. Esto degeneró una dispersión de unidades que quedaban vulnerables ante los polacos, acciones individuales sin planteamiento estratégico, y la desesperación de algunas unidades que intentaban huir de aquel desastre.

"Grupo de civiles polacos cavando trincheras dentro de la propia ciudad de Varsovia ante el inminente asalto alemán."

El fracaso del 4º Ejército Panzer en la toma de Varsovia dejaba expuestas algunos defectos del ejército alemán. Las teorías de la Guerra Relámpago aún estaban en pañales, y la coordinación de unidades no estaba tan desarrollada en 1939. La Werhmacht experimentó que las unidades acorazadas en centros urbanos no eran eficaces. Este problema se volvió a dar en la Unión Soviética, donde la toma de centros urbanos se hacía crucial en el avance operacional, sufriendo numerosas bajas. Mientras que en Francia, cuando los alemanes aprendieron esta lección, evitaron en su medida intervenir en las ciudades, que tenían poca relevancia estratégica en el frente y los tanques pudieron efectuar sus funciones en campos abiertos.


El avance alemán y la contraofensiva del Bzura


La fuerza de asalto alemana de los ejércitos sur de von Rundstedt habían logrado pasar por encima del ejército de Krakow y Lodz, envolviendo a las fuerzas polacas cerca del río Warta y llegando hasta Varsovia, tal como caracterizaba la doctrina prusiana del propio Rundstedt sobre el envolvimiento de unidades enemigas.

Durante este tiempo del comienzo de la guerra, se dio uno de los episodios más controvertidos y mitificados de la II Guerra Mundial. En el 1 de septiembre, el ejército de Pomorze consistía en un grupo de defensa en “apariencias. Consiste en que su desempeño es de imagen y no estratégico, por el interés polaco de presentar resistencia en la zona de Pomerania para evitar el suceso de los Sudetes en Checoslovaquia. Tras la retirada de algunas unidades polacas, el jefe del 18º Regimiento de Lanceros, el coronel Mastelarz, realizó una incursión tras las líneas enemigas con caballería montada.

"Caballería polaca cargando contra las líneas enemigas antes des ser aniquilados"

La infantería alemana se quedó en shock con tal espectáculo que recordaba a las antiguas guerras, al ver a los polacos cargar con sables como en las guerras napoleónicas. Las ametralladoras alemanas aniquilaron aquella valerosa pero inútil carga de caballería, muriendo los 20 jinetes junto con su comandante. A la mañana siguiente, la prensa italiana de guerra llegó al lugar tras recibir el permiso de los alemanes, fotografiando la zona y recreando un relato falso en cuya imaginación, los jinetes polacos muertos en el suelo, formaron parte de una gran oleada de caballería que cargó con lanzas a los tanques alemanes, confirmado por el mismo Steven Zaloga.

En las operaciones aéreas los principales objetivos fueron los aeródromos polacos. El protagonista de tales acciones, el Ju 87 “Stuka” convirtió Polonia en su campo de recreo favorito para probar sus explosivos. El Henschel Hs 126 provocaba estragos a la indefensa infantería polaca. Poco podía hacerse con la mal equipada fuerza aérea polaca, con modelos como el PZL P.11, un buen avión, pero ineficaz contra la moderna aviación alemana. Los pilotos polacos demostraron ser de los mejores al pilotar aviones inferiores y causar algunas serias bajas a los alemanes antes de ser derribados, por lo que merece la pena resaltar todo su mérito. Cinco días después del estallido de la guerra, Polonia se había quedado sin la mitad de sus aviones.

La contraofensiva polaca de Bzura, consistía en aprovechar parte de las reservas del ejército en ayudar a la defensa de la capital para romper el ataque alemán de la misma. Los historiadores piensan que si el contrataque se hubiera llevado antes, habría comprometido el avance los ejércitos sur alemanes.

Los polacos entablaron duros combates que se vieron prontamente superados por las mejor equipadas y numerosas unidades de la Werhmacht. Polonia se desesperaba al ver la inactividad de Francia y Reino Unido, ya que parte de su plan consistía en hacer una fiera defensa de su territorio para que Francia pudiera lanzar un contrataque, cosa que se planeó junto con el Alto Mando francés, pero lo que no sabían los polacos, es que los franceses, habían cambiado de opinión y no pensaban realizar ningún movimiento.

"En la Batalla de Molka, apareció un tren blindado que bombardeó a los panzer alemanes, compuestos de dos vagones artillados, con un cañón y ametralladoras cada uno. A pesar de causar grandes bajas a los tanques alemanes, pronto se vieron destruidos por la aviación alemana."

La reacción alemana fue rápida, aprendieron pronto de sus fracasos de hace unos días, y los implementaron en Bzura. Los panzer coordinaron fuerzas junto con la infantería, y la Luftwaffe respondió el 16 de septiembre con 328.000 kg de bombas. Lo que estaban experimentando los polacos ese mismo momento, era lo que se conocería como “Blitzkrieg”, Guerra Relámpago, aún en pañales, pero por fin, los alemanes habían descubierto como emplearla en la práctica.

El fin de toda esperanza


"Infantería alemana dejando paso libre a dos unidades blindadas soviéticas T-26"


Los polacos habían resistido ferozmente, pero solos ante los alemanes y con el Alto Mando poco cohesionado para dirigir un frente como aquel aislados de sus unidades, demostró no ser suficiente. En cuanto la contraofensiva fracasó, los alemanes se reagruparon y movilizaron a su infantería para volver atacar Varsovia, estaba vez, se asegurarían de que finalmente cayera.

El 3º Ejército lanzó ataques desde el norte, tres días después, el ejército polaco de Poznan se retiraba desde el fracaso de Bzura hacia la capital. El 25 de Septiembre tuvo lugar el llamado “Lunes Negro”, en el cual la Luftwaffe realizó una serie de bombardeos junto con ataques de artillería para destruir la ciudad, ocasionando bajas polacas como alemanas, que no les había dado tiempo a retirarse a tiempo.
Los polacos confiaron que aunque cayera la capital, el plan seguía en marcha. Las posiciones se trasladarían al río Vístula junto con las fortificaciones donde los alemanes lo tendrían más difícil, sus reservas estaban movilizándose, pero ocurrió algo inesperado. El ejército del norte polaco había sido incapaz de frenar al 1º Ejército Panzer de Prusia Oriental, comprometiendo el sector oriental del Vístula. El Ejército de Rundstedt avanzaba desde el sur, comprometiendo a su vez los ejércitos atrapados que acabarían siendo rodeados.
"Soldados alemanes ejecutando prisioneros polacos tras su rendición"

El 17 de septiembre, los polacos pronto vieron acabadas sus esperanzas. El Ejército Rojo atravesó la frontera para “proteger a la población bielorrusa y ucraniana del conflicto”. Este hecho conmocionó no sólo a Polonia, sino a las potencias aliadas ausentes. Lo que no sabían es que en el pacto de no agresión, se efectuó una división del territorio polaco en dos aéreas de ocupación, los soviéticos ocuparías aquellos territorios que perdieron en 1922.
"Oficial alemán saludando a un comandante soviético de un BT-7. A pesar de lo que se cree de que no hubo tensiones entre los alemanes y los soviéticos, la verdad es que la mayoría de casos hubo muchísima tensión entre algunas brigadas como algunas situaciones como la de esta foto en la que se respetaba el protocolo militar con respeto entre ambos."

Algunos oficiales ordenaban a sus unidades que no dispararan a los soviéticos si éstos no interferían en la retirada a la cabeza de puente rumana. Pero esta orden no llegó a todo el mundo, por lo que algunas brigadas abrieron fuego sobre los soviéticos y éstos contestaron también.

Los soviéticos demostraron lo frágil que fue su organización y respuesta a la situación, cuando no pudieron evitar que tropas polacas huyeran a Hungría y Rumania. Las fuerzas soviéticas a su vez, permitieron acortar la campaña alemana, y capturaron casi 452.000 soldados polacos. Los alemanes sufrieron en Polonia inconveniencias y problemas de sus fuerzas panzer, que aprendieron de ellos a tiempo para aplicarlo en Francia de mejor manera. Pese a la capitulación del 6 de octubre, los polacos no desaparecieron de los combates de la II Guerra Mundial, y participarían en las fuerzas de los Aliados y de la Unión Soviética frente a la Alemania Nazi para liberar su patria.

Bibliografía:


DI NARDO, R. L.; “Germany´s Panzer Arm”, Mechanicsburg, Stackpole, 2006.

J. ZALOGA, Steven; “La Invasión de Polonia. Blitzkrieg”, Ediciones RBA, Osprey Publishing, Barcelona, 2007.

PORTER, David; “Tanques de los Aliados Occidentales 1939-1945”, Ediciones Libsa, Madrid, 2012.

TÖPPEL, Roman; “El desarrollo del arma y la doctrina panzer” de “Panzer, Volumen 1, el triunfo de la Blitzkrieg”, Desperta Ferro, Madrid, 2017.

WETTSTEIN, Adrian; “El ataque de la 4º División Panzer sobre Varsovia, 8 y 9 de septiembre de 1939”, de “Panzer, Volumen 1, el triunfo de la Blitzkrieg”, Miliärakademia an der ETH Zürich, Desperta Ferro, Madrid, 2017.

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