Esta obra de ensayos breves editados por Francisco Fuster de autoría por parte de Azorín, titulada ¿Qué es la historia? Reflexiones sobre el oficio de historiador, resulta ser una aceptable, en cuanto a selección de artículos, y correcta, en cuanto al lenguaje y la forma, recopilación de ensayos azorinianos.
¿Quién es Azorín?
No soy muy docto en literatos de este calibre y cuanto más nos acercamos a nuestros días menos conozco de los mismos, pero al menos unas pocas palabras creo que podré proporcionaros sobre este autor.
Azorín fotografiado en su despacho (c. 1914)
José Martínez Ruiz (1873-1967), que conocemos por su pseudónimo de Azorín, fue un escritor y gran periodista español al cual se le considera dentro del movimiento literario conocido como la Generación del 98, marcada por el desengaño tras la Guerra de Cuba y la última pérdida colonial española que sumió a toda una nación en la insatisfacción y el hastío. Sin embargo, no todo puede ser negativo, y pronto todo esto llevó al Regeneracionismo[1] del final de la Restauración.
Azorín fue hijo oriundo de Murcia, aunque también fue acogido como hijo adoptivo de Alicante, y también realizó su escolarización en Valencia. A nivel político, podemos considerarlo cercano al Partido Liberal-Conservador en el cual militaba su padre, que llegó a ser alcalde de Yecla (Murcia). Tuvo bastante relación con la intelectualidad de su momento y figuras políticas como Alejandro Lerroux o Maura, así como con literatos como Leopoldo Alas (Clarín).
Caricatura de Tovar publicada en El Liberal el 11 de noviembre de 1908, en la que aparecen Azorín y Maura.
Cultivó en su labor literaria tres géneros: novela, teatro y ensayo (que va a ser lo que nos ocupe luego). Su novela está caracterizada por elementos autobiográficos, paisajistico y, por que no decirlo, vanguardismo, drama personal y la guerra civil. El teatro azoriniano estaba más vinculado con esa emotividad digna del expresionismo, pero, sin embargo, gozaba de una gran libertad a la hora de crear sus obras teatrales, en la cual abundaba el dramatismo (como les pasó a Unamuno o a Valle Inclán, su teatro no tuvo mucho éxito).
Azorín retratado por Sorolla (1917)
Por su parte, los ensayos de Azorín estaban marcados por dos temáticas, principalmente: el paisaje español y la reinterpretación de las obras clásicas. Sobre todos los demás, podríamos destacar su Ruta de Don Quijote (1905) y Al margen de los clásicos (1915).
Azorín, ¿Qué es la Historia?
Esta antología de ensayos, muchos de ellos inéditos, de Azorín divide la duda sobre qué es la historia en 3 partes: la primera, “sobre la utilidad de la historia para la vida”; la segunda, “el historiador como artista”; la tercera, “cómo se escriben la historia: las fuentes y el método”.
Portada de la edición del libro que reseñamos.
(FUSTER, F. Azorín, ¿Qué es la Historia? Ed. Forcola. Madrid: 2012)
La primera división de este libro ensayístico, que contiene 9 artículos, resulta, de lo más interesante para el aficionado a la Historia. Se hallan fuertes dificultades para extrapolar la información sobre el tema de este apartado, que debería ser la utilidad de la historia para la vida. Sí; es cierto que te lo puedes pasar bien y, hasta incluso, divertirte leyendo y releyendo algunos de sus capítulos como, por ejemplo, en “Por saber historia” en dónde se nos presenta una conversación entre Azorín y un amigo suyo que nos comenta la historia de España el desconocimiento general de la misma por una gran parte de la población de esta, nuestra nación, España. Lo que no acabo de percatarme, en este caso, es el significado auténtico de este artículo, aunque no se le puede reprochar a Francisco Fuster que no intente ocultar la faceta patriótica y conservadora. Es más, sin que suene servil y arrogante, se le tendría que reconocer ese mérito a la honradez. Por consiguiente, valoro que la selección de apartados, aunque increíblemente bien escrita no llega a calarme a pesar de que me gusta como tal; este apartado cala en mi yo lector, pero no en mi yo historiador. No se si me explico.
A continuación, paso a compartir mis reflexiones sobre la segunda parte del libro que lleva por título "el historiador como artista", un título que ya prendería la llama de la curiosidad en el lector general o el historiador por la intención del mismo autor que subyace tras la misma. Cuando leí el libro por primera vez durante mi formación como historiador en el primer año de carrera, estaba de acuerdo con esta concepción romántica de la Historia en la que el historiador aporta su estética, entusiasmo, ímpetu o filosofía a los propios hechos históricos, quizás porque era joven e idealista (no lo se), pero ahora mismo he cambiado bastante.
Para poder dar una opinión más magnánima de las reflexiones históricas de Azorín quizás debería de conocer más al autor de primera mano y no a través de esta recopilación de ensayos, pero creo que debería agradecerle a Francisco Fuster su buena recopilación para conectar con el lector ávido sobre epistemología de la historia. Aunque, si se me permite tal afirmación, lo que de verdad me satisface es el último artículo que lleva por nombre “La seudohistoria”, puesto que en ese artículo descarta, para comprensión del público al que va dirigido, lo que es historia de lo que no a través de la figura de Felipe II, quién, a mi parecer, es una figura que genera bastante controversia en la historia de España según las lentes a través de las cuales filtres su persona. Ames o no la figura de Felipe II, por otro lado, os animo a que lo conozcáis. De seguro no os dejará indiferente y aprenderéis de Historia de España en la Edad Moderna.
En último lugar, la tercera división del libro será el plato fuerte de esta valoración. Esta tercera parte resulta muy llamativa porque asienta las bases del entendimiento de ciertas materias, o géneros, de la historiografía. Sin que lleguemos a darnos siquiera cuenta ni potestad para entender estos hechos, en una primera lectura, se nos presenta géneros como la petite histoire[2], el concepto de la history from bellow[3] o el de la longue durée[4]. Me resulta fascinante la influencia que tienen determinadas corrientes historiográficas sobre la intelectualidad del momento a través de Azorín.
Como ya os habréis dado cuenta, no he comentado la introducción de la que consta el libro ¿Qué es la historia? y sin duda creo que el motivo se halla en la cantidad de documentación y trabajo que ha precisado ese estudio tan detallado. Es por eso que no me voy a atrever a comentarlo crítica ni personalmente debido a que yo mismo no me hallo en situación de exigirle nada, dado mis conocimientos sobre el tema. Aunque creo que es fantástico, que nadie confunda mis palabras, pues resulta que utiliza a grandes autores que yo mismo respeto, como pueden ser Nietzsche o José Ortega y Gasset, dos grandes escritores y filósofos.
En definitiva, creo que este libro puede resultar una ayuda útil y simple para cualquier persona que ansíe conocimientos acerca de la historia, a pesar de que podría mejorar en bastantes aspectos. Por lo tanto, os recomiendo encarecidamente a que le echéis un vistazo a esta obra para iniciarse, una introducción en la Historia como sujeto epistemológico.
FELIZ AÑO NUEVO 2020 DE PARTE DE LA BIBLIOTECA DE CLÍO
Fdd.: Remus Okami
[1] "Se llama Regeneracionismo a la heterogénea corriente ideológica que a caballo entre los siglos XIX y XX reflexiona sobre la nación española e intenta poner remedio a la «decadencia de España» especialmente tras el enorme impacto del «Desastre del 98»." Es una definición de Wikipedia, pero creo que lo resume bastante bien.
[2] La petite histoire podemos entenderla como la microhistoria iniciada por Carlo Ginzburg en su obra El queso y los gusanos.
[3] Prácticada e iniciada por E. P. Thompson, un historiador de carácter marxista inglés.
[4] La longue durée es uno de los 3 tiempos históricos con los que Fernand Braudel trata la historia en su obra El mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II
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